miércoles, julio 19, 2006

Curso de Guión del Lic. Fernando José Cots

INTRODUCCIÓN

Es notoria la fascinación que ejerce la parafernalia tecnológica (cámaras, editoras, etc.) sobre los que buscan convertir a los medios audiovisuales en su vía de expresión.
Pero el lenguaje audiovisual -sobre todo en nuestra realidad, tan dura- es de naturaleza integral. No basta con saber operar tecnológicamente los equipos. No basta tener “ideas fascinantes”.
Descuento que cada uno de los lectores de este texto tiene su historia, la que querría filmar. Descuento que no todos tendrán los fondos necesarios para encarar solos la producción, sin importar los problemas que surjan.
Por eso es que, para llevar adelante su propósito, deberán convocar voluntades para que aporten su esfuerzo; ya sea en dinero, equipos, trabajos, servicios, etc.
La gente debe entender el proyecto para que pueda decidir su ayuda al mismo. Es un riesgo, pero si el proyecto no se entiende la ayuda no existe.
Un proyecto no se entiende cuando su presentación es ilegible, confusa y hermética.
No se entiende (sobre todo si el destinatario conoce los pormenores del oficio) cuando el trabajo no presenta una clara viabilidad de producción.
Es necesario dar a todos los proyectos una estructura, una planificación inicial; de tal modo los recursos puestos a su servicio serán aprovechados con un máximo de eficiencia y un mínimo de pérdida.
Y el primer paso es la redacción correcta de un guión.
Por esta causa, este curso se propone facilitar las técnicas necesarias para que el Guión, elemento vital de una realización responsable, sea correctamente elaborado. Y como paso inicial se dan las siguientes recomendaciones básicas para su redacción y presentación.


Recomendaciones Básicas
1.- Es recomendable que los guiones sean legibles. Redactados a máquina, correctamente encarpetados y evitando el papel cuadriculado como a la peste.

Quizá estas recomendaciones parezcan una trivialidad; pero cuando un posible colaborador se encuentra con un texto que debe adivinar, más que leer; con hojas sueltas como barajas o con textos apretados como si el papel fuera caro, el rechazo es seguro.


2.- Los personajes deben tener un solo nombre o denominación.

No deben sugerirse ni preanunciarse, aún cuando entre sí, en los diálogos, se llamen con diferentes nombres. La denominación única en las indicaciones del guión facilita todas las operaciones posteriores. El misterio debe quedar para el espectador.


3.- Los caracteres físicos sólo se consignan cuando cumplen una función dramática o si el personaje tuvo existencia real y su aspecto está documentado.

Cualquier descripción física condiciona la producción y siempre hay que evaluar la necesidad de la misma.


4.- Los verbos deben ir en presente o pretérito perfecto.

Al contrario de la Literatura, que relata acontecimientos que han sucedido, las acciones en el discurso audiovisual están sucediendo en ese momento. La excepción del pretérito perfecto es cuando se hace referencia a acciones anteriores que definen las acciones presentes.
Ejemplo: Juan pone un libro sobre la mesa. Pedro pone otro libro sobre la mesa. Carlos toma el libro que ha puesto Pedro (no el otro)


5.- Aún en las etapas de redacción más primitivas, el guionista no debe olvidar que está trabajando para un producto final que sólo se ve y se oye.

Imagen y Sonido serán los únicos medios de llegar al espectador. Pensamiento, emoción, sensación, etc. deben expresarse sólo por esas dos vías. Cuanto más se adiestre el guionista en buscar las formas equivalentes, más apto será su guión para ser producido.


6.- No es función de este curso corregir los errores de ortografía. Serán marcados cuando se considere que los mismos afectan la comprensión del texto.

Es bueno tener en cuenta que nadie filmaría con una cámara que tuviese el lente roto, o grabaría con un micrófono que produzca zumbidos. Nadie, en suma, querría trabajar con equipos defectuosos.
En este caso, el idioma es un instrumento de trabajo y es el más sencillo y económico de corregir.

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