martes, julio 04, 2006

CINE : LA TAQUILLA DEL FIN DE SEMANA, DOMINADA POR LA ANIMACION

"Cars" triplicó a "Patoruzito 2"

No hubo competencia entre los autos de Pixar y el cacique patagónico: "Cars" lo dejó de a caballo. La taquilla de julio se presenta muy competitiva.


Diego Lerer
dlerer@clarin.com



La diferencia de velocidad entre los autos creados por John Lasseter y los caciques de a caballo pergeñados originalmente por Dante Quinterno se hizo notoria este fin de semana en la taquilla argentina: no hubo competencia entre Cars y Patoruzito 2. Con casi 245 mil espectadores, el filme de Disney superó cómodamente los 74 mil que hizo el héroe de las historietas nacionales, que cosechó una cifra mucho menor de la esperada en relación a la cantidad de salas en la que se estrenó.

Pero esto recién esta empezando. La idea de los distribuidores es a largo plazo e incluye las esperadas vacaciones de invierno, donde los filmes pueden renacer de sus arranques leves (o de sus cenizas, como ha pasado más de una vez) y seguir sumando espectadores en una curva taquillera muy distinta a la de la declinación clásica de los estrenos de todos los jueves.

Eso sí, en las próximas semanas se tendrán que enfrentar con una durísima competencia: con los animalitos animados de Vecinos invasores, con el superhéroe más famoso de la historia en Superman regresa, con los dibujos nacionales de El ratón Pérez, con los bucaneros de Piratas del Caribe 2: el Cofre de la Muerte y hasta con Bañeros 3: Todopoderosos, entre otros títulos que colmarán las pantallas de cine nacionales durante julio y buena parte de agosto.

Poco pudo hacer, entonces, Patoruzito frente a Cars, al punto que estuvo cerca de quedar tercera ya que superó por muy pocos espectadores a Poseidón, que ya está en su tercera semana. Ni siquiera la suma de los dos títulos animados provocó impacto en la industria. Sólo este año, títulos como La Era de Hielo 2 (544 mil espectadores), El Código Da Vinci (472 mil) o Las Crónicas de Narnia (460 mil) tuvieron arranques muy superiores al de Cars. De hecho, cualquiera de ellas superó la cantidad de espectadores de los dos estrenos sumados.

Si se compara Cars con anteriores filmes de Pixar como Los increíbles (275 mil) o Buscando a Nemo (186 mil), el filme se ubica en un justo medio.

Con tantos tanques compitiendo entre sí en las mismas semanas, los espectadores se dividirán esta temporada más que nunca. Más que un récord de estreno, lo que los distribuidores esperan es que, a lo largo de su recorrida, y habiendo explotado todos y cada uno de los días de las vacaciones de invierno y ya sin Mundial de Fútbol en el camino, cada uno de los filmes citados consiga superar el millón de personas.

El fin de semana próximo no parece haber ningún filme que pueda alterar el 1-2 animado de Cars y Patoruzito 2, ya que Garfield 2 no parece capaz de colarse allí arriba. Recién el 13 de julio, con el mortífero combo que integran Superman regresa, El ratón Pérez 3 y Vecinos invasores, las cosas empezarán a moverse en los puestos principales.




Para qué nos vamos a engañar. En esta también empezamos mal.

Generalmente las películas argentinas para chicos que se estrenan en vacaciones de invierno son las que modifican las estadísticas de nuestra industria cinematográfica. Lo real es que las películas de Pixar tienen su hinchada adulta que no necesita de un pibe como pretexto para ir a verla. Patoruzito II tal vez deba esperar al inicio de las vacaciones de invierno para que vea a decenas de miles haciendo cola en las taquillas argentinas.

Según Miguel Frías de Clarín Patoruzito 2 aventaja a su antecesora por mejoras de índole técnico y artístico: una animación más sofisticada —con secuencias en 3D—; voces de famosos —como Norma Aleandro y Julián Weich— interpretando personajes nuevos; la carismática Soledad cantando el tema principal; y una minuciosa e impecable ambientación en Buenos Aires.

Pero sigamos leyendo la crítica de frías:

El argumento, pensado para menores de doce años y padres nostálgicos, es sencillo y está narrado en un tono naif, característico de este héroe cándido que no tiene más superpoderes que la voluntad. El pequeño cacique es convocado a un desfile patrio en Buenos Aires, hacia donde viaja con su troupe (muy bien trabajada por Quinterno durante décadas). Acá, además de encontrarse con el Capitán Cañones e Isidorito —personaje con más desarrollo que en el filme anterior, y que aporta más humor y contrapuntos—, se topan con la Bruja Jiuma (Aleandro), quien mantiene cautiva a un hada y está dispuesta a todo para recuperar su juventud.


Un cuento muy tradicional: brujas, hadas, fuentes y hasta un fantasma llamado Benito (Weich), que jamás estuvieron en la historieta. Quinterno nunca se inclinó por inventar "malos" que se repitieran: ni siquiera procuró que tuvieran una personalidad muy definida ni que fueran especialmente perversos. Esta fue una complicación al llevar la historieta al cine y, tal vez, el motivo por el que Patoruzito 2 está más cerca de una fábula moral que de una historia con progresión dramática intensa.

Es saludable rescatar clásicos y proponer "héroes" locales —no violentos— para los chicos. Pero, acaso para marcar diferencias con su poderosa competencia extranjera, Patoruzito 2 está algo recargada de referencias patrióticas, con profusión de banderas y desfiles. Su estética se resiente, además, por la gran cantidad de marcas publicitarias insertadas en los dibujos: un modo de financiar el producto, pero no de alcanzar un nivel de excelencia.

En otras palabras pegamos una el clavo y diez en la herradura. La anterior Patoruzito fue un emparche generalizado. Omar Quiroga tuvo que salir a “adaptar” el guión de Axel Nacher cuando la película ya se estaba dibujando.

La primera versión se trataba de que Patoruzito estaba destinado a ser un gran cacique, pero para ello debá superar tres pruebas que demostrarán su habilidad, su valentía y su honor. Aunque no le fue tan fácil, en el camino debió enfrentarse con obstáculos imprevistos que hicieron del viaje una aventura inolvidable donde se mezclaron hasta faraones egipcios.

En esta nueva versión, también guionada por Nacer, Patoruzito viaja a Buenos Aires para representar a su raza en una fecha patria, y allí se encuentra con una mansión en la que una bruja pretende hacer prisionera a un hada.

Cualquiera puede notar que hadas, brujas y ogros todavía se repiten en los cuentos infantiles, aunque paradójicamente el pobre Alien se tuvo que hacer vegetariano ya que se quedó sin trabajo porque no asusta más a nadie. Sin embargo seguimos lejos, lejísimos de la frescura y la ironía de Shrek que divirtió a los espectadores de todas las edades. Seguimos estando más cerca de García Ferré, su ingenuidad jugueteando peligrosamente con lo patético (recuerden a Pan Triste) y una moralina que pareciera buscar al público ultra religioso de la América del Pacífico y el Caribe, que a un público más universal.

A Patoruzito (uno) no le fue mal en la Argentina, y creo que a Patoruzito 2 tampoco le va a ir mal, pero los guiones… ¡Los guiones…! Parece que no aprendemos. Si hasta el crítico de Clarín dice que hay exceso de banderas… ¿O habrá sido que lo hicieron en previsión de que se aprobara el proyecto de la Senadora Giusti? ¿Supondrán el guionista y el director que si P2 se llega a ver en Costa Rica, la gente se va a parar en las butacas para gritar “AR-GEN-TINA AR-GEN-TINA”?

Si algún alemán les pregunta por qué seguimos siendo del tercer mundo, creo que esto sirve de ejemplo.

Saludos,
Jorge Ricaldoni

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